En nuestras manos tenemos maravillosas herramientas. Reconquistar el poder de nuestro movimiento puede marcar grandes diferencias.
Imagina que llegas a una habitación enorme, de paredes, suelos y techos blancos. Donde hay columnas, escaleras, y diferentes texturas recubriendo cada superficie. Imagina que al llegar, te dan 2.500 pinturas de colores y tonalidades diferentes y te dicen que puedes usarlas todas. Imagina entonces que escoges solo 3 y te pasas el resto de tu vida utilizando solo, 3 colores.
Algo muy parecido es lo que hemos hecho en nuestras sociedades. Nos hemos conformado con pintar un rincón de esa maravillosa sala con tan solo tres colores, para el resto de nuestra vida. Sigue leyendo o haz click aquí para escucharlo con mi voz.