Una sesión de shiatsu
En una sesión de shiatsu ocurren varias cosas. Es importante entender que el shiatsu es una terapia corporal basada en el masaje tradicional japonés y que integra conocimientos de la Medicina Tradicional China con la visión occidental de fisiología y psicología moderna.
Esto quiere decir que en la práctica de shiatsu comprendemos la relación íntima entre cuerpo – mente – espíritu. Esta idea, repetida en tantas medicinas orientales, encuentra hoy respaldo en la medicina moderna y la psicología
Toma de contacto
La sesión empieza con una breve exploración del estado físico y emocional de quien va a recibir el masaje. En este intercambio de información te haré preguntas que me ayuden a organizar la dirección del trabajo corporal que más se ajuste a ti. Este corto espacio nos da la posibilidad de tomar consciencia de tu presente, darte escucha y validación.
El masaje se realiza siempre vestido. Lo mejor para recibir shiatsu es llevar ropa cómoda que te permita variedad de movimientos.
Tradicionalmente el shiatsu se hace tumbado cómodamente sobre un futón en el suelo. Podrás utilizar cojines y mantas para mantener la comodidad. Siempre podemos ajustar la sesión trabajando sentadas o adaptándonos a la movilidad y circunstancias de momento.
El masaje
Durante una sesión de shiatsu utilizamos presión a peso relajado, nunca a la fuerza. Además, puedes percibir movimientos de balanceo, estiramientos y movilizaciones con la intención de ajustar la estructura física del cuerpo y equilibrar el flujo de energía.
Aunque shiatsu significa «presión con dedos», durante la sesión también trabajo con las palmas de las manos y los antebrazos. Ocasionalmente utilizaré mis piernas y pies para cambiar tu posición o acceder a áreas más amplias de contacto. La práctica de shiatsu es profundamente relajante y aunque bajo ningún concepto debe doler, puedes experimentar sensaciones intensas de liberación de tensión.
La presión se aplica a todas las partes del cuerpo siguiendo el mapa de los meridianos y puntos de acupuntura. La práctica regular de shiatsu ayuda a aliviar el estrés, regula el sistema nervioso, tonifica la respuesta de relajación del cuerpo y estimula la digestión, asimilación y descanso profundo.
Cierre
Al acabar, igual que en una práctica de yoga, dejamos un tiempo sin contacto para que el cuerpo asimile la información recibida durante el masaje. Puedes quedarte en el futón unos minutos tomando consciencia del estado en el que te encuentras y anclar sensaciones a las que quieras volver en otro momento. Esta toma de consciencia te permite resetear el diálogo interno y la forma en que te percibes.
Este espacio es importante para ganar sensibilidad somática, conexión corporal y comprensión de nuestro proceso vital. Es posible que para acabar te haga algunas preguntas que te faciliten llevar la experiencia vivida a un plano consciente. Esto es de gran ayuda para asentar la experiencia en tu día a día.