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¿Por qué hacer un trabajo somático?

El trabajo somático y la práctica de embodiment son enfoques centrados en la relación entre las sensaciones físicas, las emociones y el diálogo mental. Estos enfoques pueden ser útiles para abordar el dolor físico, la depresión, la ansiedad o el estrés acumulado. Ganar consciencia de esta relación nos proporciona herramientas para manejar nuestra experiencia.

Estas son algunas de las formas en que el embodiment y el trabajo somático pueden ayudar:

  • Liberar la tensión almacenada: a través de prácticas corporales y somáticas específicas podemos liberar la tensión almacenada en el cuerpo y resetear el tono muscular y nervioso. Experimentamos en nuestra propia piel que podemos cambiar nuestro estado y ganamos facilidad, reducimos el dolor, mejoramos el descanso y obtenemos mayor bienestar
  • Un cuerpo en tensión es un sistema nervioso en alerta. Al comprobar que tenemos capacidad para cambiar nuestro propio estado, los sentimientos de estrés y ansiedad se reducen. Las técnicas que nos ayudan a ganar movilidad natural, respirar con suavidad y la meditación consciente centrada en el cuerpo ayudan a aflojar y liberar tensión.
  • Abordar las causas fundamentales del dolor y el estrés: los enfoques corporales y somáticos ayudan a identificar los factores emocionales o psicológicos subyacentes que pueden estar contribuyendo al dolor o al estrés. Al abordar estas causas fundamentales, desarrollamos una comprensión más profunda de nuestra experiencia y aprendemos herramientas para manejarlas de manera más efectiva.
  • Cultivar consciencia corporal y emocional: Esta mayor conciencia nos ayuda a realizar cambios en la postura y patrones de movimiento, lo que puede ayudar a aliviar el dolor físico o emocional. La toma de consciencia nos brinda la posibilidad de elegir algo diferente.
  • Mejorar la regulación emocional: las prácticas corporales y somáticas ayudan a desarrollar mayor regulación emocional al aumentar la conciencia de nuestros patrones emocionales y sensaciones físicas. La práctica en este trabajo nos permite reconocer las señales sutiles que nuestro sistema emite cuando nos sentimos estresados, en peligro o inseguridad y nos ayuda a desarrollar herramientas para manejar estas emociones.

En mi experiencia no es necesario estar pasando por algo difícil para acercarnos a este trabajo. Es más, las prácticas corporales y somáticas son altamente valiosas para desarrollar herramientas que nos ayuden a manejar experiencias físicas o emocionales complejas cuando llegue el momento.

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