Descripción:
Nuestro cuerpo percibe el espacio a su alrededor como parte propia. Es por eso que si alguien que nos incomoda se acerca mucho nos puede parecer invasivo y al contrario, a alguien que queremos lo acogemos en este espacio.
Ser conscientes de nuestro espacio vital es esencial para que nuestro sistema nervioso se sienta seguro. Conectar con este espacio habitualmente puede ayudarnos a regularnos. Cuando nuestro sistema se siente seguro, estamos en calma y nuestra energía cambia positivamente.
Haz esta práctica a menudo y empieza a percibir estas sutilezas. Hoy utilizamos la respiración, el movimiento y un mantra para empezar a ubicar este espacio vital que nos rodea.
Necesitas: Un bloque o un lugar donde sentarte cómodamente.