Descripción:
La postura que adoptamos impacta a nivel emocional, así podemos decir que cambiando la postura de manera amorosa también nuestro estado anímico cambia. Esta práctica está pensada para sentir en nuestra propia piel cómo podemos crear espacio desde la suavidad sin forzar la postura. Encontramos lo sutil en la facilidad y amplitud en todas las direcciones del cuerpo sin tensión.
Los días que te sientas baja de energía o «aplatanada» por el calor, esta puede ser una buena práctica. Acabamos con una breve práctica de respiración y meditación para observar el espacio físico, emocional y mental creado en este flujo.
Necesitas: Un bloque y una cinta