Siempre digo que lo bonito de vivir en un cuerpo como el nuestro es la posibilidad de percibir y sentir sus posibilidades. El cuerpo humano cuenta con grandes capacidades de movimiento.
Cultivar la sensibilidad para que podamos entender su lenguaje es de vital importancia en una sociedad que cada vez más busca respuestas a las complejidades de la vida moderna.
En estos dos encuentros pondremos en práctica estas ideas. Durante todo el día nos adentraremos en las posibilidades de movimiento de la espina dorsal, conectaremos con todo lo que es fluido dentro de nuestro cuerpo y entenderemos lo que las filosofías orientales nos cuentan cuando hablan de fluir.